jueves, 21 de junio de 2018

Las hadas de Moaleath-Hyrdt

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Alrededor de la realidad en la que se encuentra Sukero podemos encontrar una miriada de pequeñas dimensiones de bolsillo conectadas entre sí como un racimo astral. Estas dimensiones son comúnmente conocidas como los dominios de las hadas porque, bueno, es donde viven las hadas, no hay que ser un genio. Aunque están en buena medida conectados entre sí, la posibilidad de acceder a los Dominios desde Sukero o viceversa, generalmente no es muy frecuente. En otros casos, en cambio, hay dominios cuya subsistencia depende totalmente de este contacto de una forma u otra.

Una de las muestras más comunes de esto son los muchos dominios en los que se ven obligados a secuestrar a recién nacidos y cambiarlos por los suyos propios por diversas razones que suelen incluir maldiciones, rituales horribles o infertilidad galopante. El caso de Moaleath-Hyrdt es único, pues en lugar de cambiar a recién nacidos, cambian a difuntos recientes.

Las causas de esto son históricas y culturales y tienen mucho que ver con sus antiguos ritos funerarios y peculiares formas de feudalismo, pero este no es el momento de entrar tanto en eso como en el método y las consecuencias de estos "secuestros".

En primer lugar, solo puede hacerse con personas con características similares que hayan muerto con poco tiempo de diferencia (las horas son cruciales), de forma que no es algo habitual. Como las hadas de Moaleath-Hyrdt intentan pasar lo más desapercibidas posible, suelen modificar la apariencia del difunto que vayan a cambiar para que se parezca lo máximo posible a su contraparte humana y bloquear todos los recuerdos de su vida pasada. Entonces es cuando proceden a dar el cambiazo (con mayor o menor éxito, pues, por supuesto, este procedimiento está sujeto a diversas restricciones, como el miedo a las campanas de las iglesias).

Es un fenómeno relativamente común en Sukero que las personas que no han sido enterradas siguiendo ritos funerarios apropiados, han sido sujetos de maldiciones dedicadas a guardar tumbas, han sufrido muertes realmente horribles, han sido objeto de los intentos de un loco por revivirlas o de cualquier otra forma han sido expuestas a una gran cantidad de anguastia justo antes o justo después de la muerte, se convierten en no muertos conscientes, alimentados solo por dolor. Los cuerpos de las hadas que que son cambiados y dejados en la Tierra suelen seguir el mismo proceso, al haber sido enterradas en una dimensión que ni siquiera es la suya, por manos extrañas y después de la tristeza que el proceso despierta en ellas y sus familiares. En no pocas ocasiones, para permitir un cambio idóneo, han de entregar su vida voluntariamente.

No obstante, al revivir no suelen mantener los recuerdos de su vida en los Dominios. Generalmente las familias de la persona fallecida asumen que se trata de amnesia debida al trauma y, al no sospechar nada, tratan al hada como si fuera la persona que perdieron y esta, a falta de otra cosa, acepta la vida que, según dicen, era la suya.

La mayoría de hadas cambiadas por humanos cuando eran recién nacidas suelen sufrir una difícil transición al descubrir partes de su naturaleza que desconocían (especialmente durante la adolescencia), pero en el caso de las hadas difuntas de Moaleath-Hyrdt, descubrir lo escabroso de su situación y el hecho de que han vivido una vida totalmente distinta a la que ahora creían suya puede tener efectos realmente explosivos. Sin añadir a la ecuación que siguen siendo muertos en vida movidos solo por la pesadumbre de errores que no cometieron y difícilmente pueden reparar.

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